Parece mentira que algo tan simple sea lo único que consigue reconfortarnos cuando estamos mal y no hay nada que nos anime, cuando las lágrimas nos inundan los ojos y mojan nuestras mejillas… nos hace sentir queridos, que no estamos solos, que pase lo que pase la persona que te lo da siempre va a estar a tu lado. Te hace sentir a salvo, como si nada malo te pudiera alcanzar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario